2 de febrero de 2013

Bola 9

Extiendo la mano hacia el cielo, esperando que algún rayo cósmico decida tocarme. No, no ha habido suerte. Los rayos cósmicos son radiaciones emanadas de fenómenos altamente energéticos, como las supernovas. Pero están tan lejos... No se si merece la pena esperar que lleguen. Mantener la mano tendida cuesta demasiado trabajo. Porque solo tengo dos brazos, y los dos están apuntado al mismo sitio.

No pudiendo él asirse, al compañero de larga noche caballerosamente al brazo dejo coger. Estirose para rozar la mano que a tacto de terciopelo se asemejó. triste y lúgubre baño la lluvia, y ya saliendo estiró largo y tendido cubierto de una sepultura gris. Al tiempo de helado y tranquilo despertando y el ya incorporado descubrió cuan luminoso el faro decidió apuntar. Mas no sirvió cubrirse el rostro que la vista cegada halló.

Lleno el vaso de agua, justo hasta la mitad. Desde arriba, el vaso esta medio vacio. Es el que se sobreestima y cree que puede aportar mas de lo que realmente puede. Desde abajo el vaso esta medio lleno. El que se subestima comprueba como se va acumulando el resultado. ¿Y que veo yo?
El vaso esta desaprovechado. Debería llenarlo hasta que no cupiera una sola gota mas. Debería dejar que por fin cumpliera su misión: alojar el volumen de liquido para el cual fue diseñado. Tengo que conseguir que el maldito vaso este a punto de rebosar. Solo así puedo asegurar que la siguiente gota lo hará desbordarse.

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