Se ve que una vez te has acostumbrado a los aros, estos como que desaparecen. Son algo habitual y sabes que pasar por ellos unicamente implica ser tu mismo. Pero resulta curioso comprobar como a niveles altos de la escalada, estos aros cambian. O mejor dicho, hasta ahora no me habia encontrado aros que me pudieran hacer pensar eso. Cuanto menos sorprendente.
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