13 de mayo de 2016

Contemplando mis frascos

Hoy he tirado una bolsa llena de frascos vacíos  a la basura. ¡Pero si los podrías haber llenado!
Ya claro. ¿Y de que los lleno? Del sabor amargo de las lágrimas, de las dulces victorias sobre el ordenador, de aquellos proyectos que nunca acabe, de las sombras que proyecta cada uno de los frascos en la pared. Siento cada vez menos que no estoy lleno y sin embargo me siento feliz cada vez que me salen bien mis propósitos. ¿Habré llegado a un estadio de iluminación?
Yo creo que más bien significa que me voy sintiendo satisfecho con lo que soy y no con lo que se espera que sea. Soy muy feliz saliendo poco pero quedando con mis amigos a cada oportunidad. Soy feliz con mis ratitos de soledad con mi fluorescente. Soy feliz leyendo libros y sabiendo cada dia mas. Pero sobretodo soy feliz sabiendo que mi mente es capaz de hacerme pensar siempre que quiera. De darme esa sensación de estar en las nubes mientras debato si es mejor cortar la carne recta o de lado. De hacerme aprender una cosa  nueva cada dia. Y de volverme loco de vez en cuando pensando que hacer con el resto de seres humanos de este planeta. Ay la gente, debe ser mala, me hacen socializar.

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